La formulación de un Proyecto de Vida o
Proyecto Futuro, juegan un papel fundamental los objetivos y propósitos que la personalidad
se traza. Es decir, el hecho de que el sujeto logre establecer determinadas
metas que den sentido a su vida, evidencia el papel que desempeñan las
necesidades, objetivos y propósitos, como elementos dinamizadores de la
conducta.
Al referirse a la importancia de esta
construcción de futuro para la existencia social de la persona, Joseph Nuttin
expresó que:
“….el
hombre, más que adaptarse simplemente al mundo busca adaptar el mundo a sus
proyectos….”
Por otro lado, dicho autor, es partidario
de considerar que:
“….el proyecto de futuro introduce una
cierta unidad en el conjunto de actividades que forman parte de él. Así la suma
enorme de comportamientos realizados, por ejemplo, en vista de la preparación
de una carrera y de la realización progresiva de un proyecto en la vida social,
forma cierta unidad de conducta y motivación…”
En la formación de proyectos de vida
resulta importante la coherencia valorativa que debe lograrse entre las
dimensiones del pensar, sentir y actuar. Por consiguiente, las tareas educativas
que desarrollemos, implican que se trabaje en función de la construcción y
ajustes sucesivos de los proyectos de vida, que preparen al sujeto para la
superación positiva de conflictos de la vida cotidiana.
Los psicólogos humanistas, concibieron la
elaboración consciente de los proyectos futuros como componente esencial del
desarrollo de la personalidad.
Al respecto Maslow (1959) señala:
“…Considero acertado decir que cualquier teoría psicológica nunca podrá ser
completa sino incorpora fundamentalmente el concepto que el hombre lleva dentro
de su futuro, dinámicamente activo a cada instante….”
En estas consideraciones podemos apreciar
el valor que se comienza a brindar a la capacidad de anticipar y proyectar el
futuro, otorgándose un papel activo al sujeto en este proceso. Es decir, la capacidad de proyectar el futuro,
constituye de igual forma, un elemento dinamizador en la vida del sujeto.
Estos criterios se enriquecen con el desarrollo del concepto de “intención” que
considera la autonomía funcional de las motivaciones del hombre como núcleo de
su naturaleza, en función de lograr determinados objetivos.
El concepto de intención, afirma que a la personalidad le es propia una
“filosofía unificador de la vida”, ya que “....hay en el individuo algo
especial por lo que vive, un propósito principal.
Los objetivos varían en los diferentes
individuos.
Diego González (1972) en su libro “La
Teoría de Joseph Nuttin sobre la motivación y la
personalidad”, destaca que la elaboración
de un Proyecto de Vida, se apoya en la realización de una serie de acciones
presentes en la conducta del hombre y destacan que la proyección futura es una
importante expresión de la motivación humana superior.
Debe tenerse en cuenta dos condiciones
fundamentales a la hora de elaborar un proyecto de vida.
Por un lado la capacidad, habilidad y
posibilidades reales que posee el individuo en el logro de sus objetivos
generales, el carácter movilizador de las necesidades implicadas en la
consecución de estos fines deseados, y por otro lado, se deben tener en cuenta,
las posibilidades reales y los objetivos que brinda el medio externo. Esto
exige del individuo una serie de recursos como tenacidad, creatividad y
persistencia, de forma tal, que el sujeto se movilice en función de crear
alternativas ante los obstáculos que se pueden presentar, así como un amplio
conocimiento elaborado acerca de estos planes y fines a los que pretende
llegar.
Lo anterior, nos indica la necesidad de
propiciar, desde los diferentes espacios de interacción social, el desarrollo
de los componentes esenciales de los actuales y futuros proyectos de vida de
los jóvenes, de manera integrada y coherente, así como las habilidades que les
permitan el manejo de situaciones vitales y la organización de su propia vida
de manera crítica, reflexiva y creadora.
También se debe señalar que el Proyecto de
Vida debe ser entendido como una formación psicológica que cobra especial
importancia en la autorrealización del individuo, donde se estructuran los
objetivos fundamentales de su vida, teniendo en cuenta sus planes de su
realización, en un determinado tiempo, en el que participan tanto procesos
motivacionales, afectivos, como valorativos y cognoscitivos.
El Proyecto de Vida se caracteriza por su
carácter anticipatorio, modelador y organizador de las actividades principales
del comportamiento del individuo, aspecto
que contribuye a delinear los rasgos de su
estilo de vida personal. Ello evidencia que, en el proceso educativo, la
elaboración de proyectos de vida debe sustentarse en valores, logrando que el
sujeto se plantee metas importantes, en los diferentes ámbitos de la vida
cotidiana y social, lo cual cobra especial importancia en los diferentes
momentos que marcan el paso a una nueva etapa en la vida del sujeto.
Constituye también una cuestión esencial,
el hecho de que es necesario estructurar un
proyecto de vida realista, que se
fundamente en una sólida autodeterminación, independencia de criterios y
decisión, y el sujeto asuma una posición autocrítica, mostrando un conocimiento
de sus verdaderas capacidades y habilidades.
También consideramos importante, partiendo
de los criterios del autor, que no es posible considerar un proyecto de vida
como “realista”, cuando la persona que lo elabora no tiene en cuenta sus
verdaderas capacidades y habilidades, convirtiéndose, por tanto, en un conjunto
de aspiraciones muy superiores a lo que realmente puede realizar. Cuando el
sujeto no es capaz de orientarse adecuadamente con respecto a la
realidad que le rodea, pueden generarse
grandes contradicciones e incluso frustraciones.
Cuando sucede lo anteriormente planteado,
el proyecto ha sido elaborado en el nivel de la fantasía, por lo que carece de
la fuerza necesaria que le permita convertirse en un agente movilizador que
oriente el proceso de decisiones y la puesta en práctica de la actividad, lo
que conducirá a que el proyecto de vida nunca llegue a realizarse.
Proyectos de Vida conflictuados,
desintegrados, no realistas, pueden establecerse a
nivel de la persona e incluso
colectivamente, si no hay estructurados procesos de comunicación e intercambios
que favorezcan la reflexión y reajustes positivos de los
proyectos de vida.
Los Proyectos de Vida, entendidos desde
una perspectiva psicológica y social, integran las direcciones y modos de
acción fundamentales de la persona, en el amplio contexto de su determinación –
aportación en el marco de las relaciones entre la sociedad y el individuo. Son
estructuras psicológicas que expresan dos direcciones esenciales de la persona,
en el contexto social de sus relaciones esenciales y en el contexto social de
las relaciones materiales y espirituales de existencia, que determinan su
posición y ubicación en una sociedad concreta.
Los mismos deben construirse sobre la base
de determinadas premisas aportadas por D´Angelo, en sus trabajos sobre el tema,
que pueden ser aplicadas en los diferentes contextos y niveles educacionales.
Premisas:
• Desarrollo de la imaginación y la
anticipación de los eventos y escenarios futuros.
• Representación clara de las metas y
aspiraciones, así como de las motivaciones
y valores que los inspiran en la dirección
de un desarrollo personal progresivo.
• Elaboración de estrategias de
realización que promuevan su logro, auto corrección constante y superación de
conflictos.
• Formación de una disposición para
cumplir las tareas y planes. Tenacidad, disposición al riesgo y al fracaso.
Responsabilidad por las consecuencias de las acciones
Recapitulando.
Los proyectos futuros de la motivación: • La capacidad de una elaboración
consciente de los proyectos futuros constituye un elemento dinamizador en la
vida del sujeto e indicador esencial del desarrollo de la personalidad.
• En la estructuración de la proyección
futura de la personalidad tiene vital y determinante importancia el papel
activo que ejerce el sujeto en el marco de sus relaciones sociales con los
otros.
• Teniendo en cuenta el principio de la
individualidad, aparecen en los jóvenes los
proyectos futuros, con distinto nivel de
complejidad y estructuración.
• La proyección futura es una importante
expresión de la motivación humana
superior.
• En el proceso de estructuración de los
proyectos futuros ejercen un papel determinante los procesos de
autorreferencia, entre ellos: autoconciencia, autovaloración.
• En la formación de proyectos de vida resulta importante
la coherente y adecuada
integración de procesos cognitivos, afectivos -
motivacionales y volitivos.
• Es significativo en la elaboración de un
proyecto de vida, más que la temporalidad de los propósitos del sujeto, la
especial atención a la riqueza del contenido de dichos proyectos.
• Constituye cuestión esencial,
estructurar un proyecto de vida realista, que se fundamente en una sólida
autodeterminación, independencia de criterios y decisión, y que el sujeto asuma
una posición autocrítica, mostrando un conocimiento lo más acabado posible de
su estado actual de desarrollo.
• En la elaboración de un proyecto de vida
el sujeto tiene que orientarse adecuadamente con respecto a la realidad que le
rodea, de lo contrario, puede generarse en él, grandes contradicciones e
incluso frustraciones.
• En la elaboración de un proyecto de vida
es importante la capacidad, habilidad y posibilidades reales que posee el
individuo en el logro de sus objetivos generales, el carácter movilizador de
las necesidades implicadas en la consecución de estos fines deseados.
• En la elaboración de un proyecto de vida
se debe tener en cuenta, las posibilidades reales y los objetivos que brinda el
medio externo.
• El proyecto de vida debe ser entendido
como una formación psicológica que cobra especial importancia en la autorrealización
del individuo, donde se estructuran los objetivos fundamentales de su vida.
• La elaboración de un proyecto de vida
exige del individuo una serie de recursos personológicos, entre ellos:
tenacidad, creatividad y persistencia, de forma tal, que el sujeto se movilice
en función de crear alternativas ante los obstáculos que se pueden presentar.
• En la elaboración de los proyectos de
vida desempeña un papel importante el proceso de comunicación e intercambio del
sujeto con los demás, en pos de favorecer la reflexión y reajustes positivos de
los proyectos.
• Los proyectos futuros constituyen la
estructuración e integración de un conjunto de motivos elaborados, que poseen
una elevada significación emocional o sentido personal para el sujeto.
• Las tareas educativas que se desarrollen
con los jóvenes, deben estar dirigidas a la construcción y ajustes sucesivos de
los proyectos de vida, de forma tal, que preparen al sujeto para la superación
positiva de obstáculos y conflictos de la vida cotidiana.